Liberté, égalité, fraternité, ou la mort!
Lema de la Revolución Francesa (1789)
El romántico como estilo individual y moda colectiva
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"la fachada de un romántico debe ser gótica. ojiva, piramidal y emblemática." |
MÁS |
· Gandiva. Trajes históricos del Romanticismo (en inglés)
· Historia del vestido. Blog de Abigail Westover (en inglés) |
El romanticismo y lo sublime: el misticismo nacional del individuo y el paisaje
Huracán, huracán, venir te siento, y en tu soplo abrasado respiro entusiasmado del señor de los aires el aliento. José María Heredia (1803-1839) Huracán |
"Rocas audazmente colgadas y, por decirlo así, amenazadoras, nubes de tormenta que se amontonan en el cielo y se adelantan con rayos y con truenos, volcanes en todo su poder devastador, huracanes que van dejando tras de si desolación, el océano sin límites rugiendo de ira, una cascada profunda en un río poderoso, etc, reducen nuestra facultad de resistir a una insignificante pequeñez, comparada con su fuerza. (...) llamamos gustosos sublimes a esos objetos porque elevan las facultades del alma por encima de su término medio ordinario".
Immanuel Kant, Observaciones sobre lo bello y lo sublime (1764) Sturm und Drang: El romanticismo, de Alemania a Europa |
El héroe romántico: libertad, rebeldía y marginalidad
"Que es mi barco mi tesoro, Que es mi Dios la libertad, Mi ley, la fuerza y el viento, Mi única patria la mar." José de Espronceda (1808-1842) Canción del pirata |
La canción del pirata, en verisón heavy metal épico de la banda Tierra Santa en su álbum "Tierras de Leyenda" (2000)
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El suicidio: el deseo de vivir y la juventud como valores de rebeldía
"Nada en el mundo es capaz de aquietar la voluntad ni de fijarla de un modo duradero (…)"
Arthur Schopenahuer, "El Arte" "La naturaleza —proseguí—tiene sus límites; puede soportar, hasta cierto punto, la alegría, la pena, el dolor; si pasa más allá, sucumbe. No se trata, pues, de saber si un
hombre es débil o fuerte, sino de si puede soportar la
extensión de su desgracia, sea moral, sea física; y me parece igualmente raro tachar de cobarde a quien se quita la vida; como no sería pertinente tildar de cobarde a quien muere de una fiebre maligna."
Las penas del joven Werther (1774) Johann Wolfgang Goethe "Al destruir su cuerpo (el individuo) no renuncia a la voluntad de vivir, sino a la vida. Quiere vivir, aceptaría una vida sin sufrimientos y la afirmación de su cuerpo, pero sufre indeciblemente porque las circunstancias no le permiten gozar de la vida."
Arthur Schopenhauer, |
CRÍTICA |
Sobre la sátira romántica en los cuadros de Alenza en el contyexto de su época.
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MÁS CRÍTICA |
Shopenhauer y la creación literaria en España. Anales de Literatura Española 12 (1996).
"El suicidio por amor en la literatura europea" en Cuadrivio (2011) |
El fantasma inefable y melancólico de lo imposible
"La melancolía es el placer de estar triste"
Victor Hugo (1802-1885)
-Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz; soy incorpórea, soy intangible; no puedo amarte. -¡Oh, ven; ven tú! Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) Rimas y Leyendas, Rima XI "La gloria y el amor tras que corremos, sombras de un sueño son que perseguimos, ¡Despertar es morir!" Rimas y Leyendas, Rima LXIX |
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“Cantigas…., mujeres…., glorias…., felicidad…., mentira todo, fantasmas vanos que formamos en nuestra imaginación y vestimos a nuestro antojo, y los amamos y corremos tras ellos, ¿para qué?, ¿para qué?, ¿para qué? Para encontrar un rayo de luna."
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)
Rimas y Leyendas, "El rayo de luna" (1862)
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)
Rimas y Leyendas, "El rayo de luna" (1862)
MÁS |
Laura Fàbregas. Un recorrido por la historia de la melancolía: su significado y conceptualización en el arte. Revista JotDown ()
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La imaginación del paisaje ruinoso y la arquitectura medieval
"Era de noche; una noche de verano, templada, llena de perfumes y de rumores apacibles, y con una luna blanca y serena en mitad de un cielo azul, luminoso y transparente. Manrique, presa su imaginación de un vértigo de poesía, después de atravesar el puente, desde donde contempló un momento la negra silueta de la ciudad, que se destacaba sobre el fondo de algunas nubes blanquecinas y ligeras arrolladas en el horizonte, se internó en las desiertas ruinas de los Templarios." Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) Rimas y Leyendas, "El rayo de luna" (1862)
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Libertades, civilización y barbarie en América
Tipos, tipismos, identidades fronterizas y justicia social en la pampa argentina
"Lo que por ahora interesa conocer, es que los progresos de la civilización se acumulan en Buenos Aires solo: la pampa es un malísimo conductor para llevarla y distribuirla en las provincias, y ya veremos lo que de aquí resulta."
Domingo Faustino Sarmiento (1811–1888)
Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas (1845)
Domingo Faustino Sarmiento (1811–1888)
Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas (1845)
Aquí me pongo a cantar
al compás de la vigüela, que el hombre que lo desvela una pena estraordinaria, como la ave solitaria con el cantar se consuela. Pido a los Santos del Cielo que ayuden mi pensamiento, les pido en este momento que voy a cantar mi historia me refresquen la memoria, y aclaren mi entendimiento [...] Mas ande otro criollo pasa Martín Fierro ha de pasar, nada lo hace recular ni las fantasmas lo espantan; y dende que todos cantan yo también quiero cantar. Cantando me he de morir, cantando me han de enterrar, y cantando he de llegar al pie del Eterno Padre- dende el vientre de mi madre vine a este mundo a cantar. [...] Yo no soy cantor letrao, mas si me pongo a cantar no tengo cuándo acabar y me envejezco cantando; las coplas me van brotando como agua de manantial. Con la guitarra en la mano ni las moscas se me arriman, naides me pone el pie encima, y cuando el pecho se entona, hago gemir a la prima y llorar a la bordona. Yo soy toro en mi rodeo y toraso en rodeo ageno, siempre me tuve por güeno y si me quieren probar, salgan otros a cantar y veremos quién es menos. [...] José Hernández (1834-1886) El gaucho Martín Fierro (1872) |
Soy gaucho, y entiendanló
como mi lengua lo esplica, para mí la tierra es chica y pudiera ser mayor, ni la víbora me pica ni quema mi frente el Sol. Nací como nace el peje en el fondo de la mar, naides me puede quitar aquello que Dios me dio lo que al mundo truje yo del mundo lo he de llevar. Mi gloria es vivir tan libre como el pájaro del Cielo, no hago nido en este suelo ande hay tanto que sufrir; y naides me ha de seguir cuando yo remonto el vuelo. Yo no tengo en el amor quien me venga con querellas, como esas aves tan bellas que saltan de rama en rama yo hago en el trébol mi cama, y me cubren las estrellas. Y sepan cuantos me escuchan de mis penas el relato que nunca peleo ni mato sino por necesidá; y que a tanta alversidá sólo me arrojó el mal trato. Y atiendan la relación que hace un gaucho perseguido que fue buen padre y marido empeñoso y diligente, y sin embargo la gente lo tiene por un bandido. "Martín Fierro" de Leoppoldo Torre Nilson (1968)
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Independencias, política, miseria, tortura al otro y racismo en la Argentina de Rosas. Unionistas vs. federales.
"Facundo, provinciano, bárbaro, valiente, audaz, fue reemplazado por Rosas, hijo de la culta Buenos Aires, sin serlo él; por Rosas, falso, corazón helado, espíritu calculador, que hace el mal sin pasión, y organiza lentamente el despotismo con toda la inteligencia de un Maquiavelo."
Domingo Faustino Sarmiento (San Juan, Provincias Unidas del Río de la Plata, 15 de febrero de 1811 – Asunción,Paraguay, 11 de septiembre de 1888)
Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas (1845)
Domingo Faustino Sarmiento (San Juan, Provincias Unidas del Río de la Plata, 15 de febrero de 1811 – Asunción,Paraguay, 11 de septiembre de 1888)
Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas (1845)
Los abastecedores, por otra parte, buenos federales, y por lo mismo buenos católicos, sabiendo que el pueblo de Buenos Aires atesora una docilidad singular para someterse a toda especie de mandamiento, solo traen en días cuaresmales al matadero, los novillos necesarios para el sustento de los niños y de los enfermos dispensados de la abstinencia por la Bula..., y no con el ánimo de que se harten algunos herejotes, que no faltan, dispuestos siempre a violar los mandamientos carnificinos de la iglesia, y a contaminar la sociedad con el mal ejemplo.
Esteban Echeverría (Buenos Aires, Virreinato del Río de la Plata, 2 de septiembre de 1805 -Montevideo, Uruguay, 19 de enero de 1851) El matadero (1838-1842, publicado póstumemente en 1871) Nosotros, empero, queríamos la unidad en la civilización y en la libertad, y se nos ha dado la unidad en la barbarie y en la esclavitud.
Domingo Faustino Sarmiento (1811–1888) Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas (1845) |
¡Ay de vosotros pecadores! ¡Ay de vosotros unitarios impíos que os mofáis de la iglesia, de los santos, y no escucháis con veneración la palabra de los ungidos del Señor! ¡Ay de vosotros si no imploráis misericordia al pie de los altares! Llegará la hora tremenda del vano crujir de dientes y de las frenéticas imprecaciones. Vuestra impiedad, vuestras herejías, vuestras blasfemias, vuestros crímenes horrendos, han traído sobre nuestra tierra las plagas del Señor. La justicia y el Dios de la Federación os declarará malditos. Esteban Echeverría (1805-1851) El matadero (1838-1842, publicado en 1871) |
En aquel tiempo los carniceros degolladores del Matadero eran los apóstoles que propagaban a verga y puñal la federación rosina, y no es difícil imaginarse que federación saldría de sus cabezas y cuchillas. Llamaban ellos salvaje unitario, conforme a la jerga inventada por el Restaurador, patrón de la cofradía, a todo el que no era degollador, carnicero, ni salvaje, ni ladrón; a todo hombre decente y de corazón bien puesto, a todo patriota ilustrado amigo de las luces y de la libertad; y por el suceso anterior puede verse a las claras que el foco de la federación estaba en el Matadero.
Esteban Echeverría (1805-1851) El matadero (1838-1842, publicado en 1871) |
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